El equipo
Cristina Caballero López. Fundadora y Acompañante de Taller.
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Mucho antes de mi maternidad comencé a interesarme en otras formas de educación, deje mi profesión como directora de arte y comencé a formarme y a investigar sobre otras metodologías. Me formé como guía Montessori de Taller y tras varias experiencias laborales pude darme cuenta que las niñas y niños necesitan estar en contacto diario con la naturaleza. Con este ideal toda la familia nos mudamos a Chiclana, con la idea clara de ofrecerle a mi hija la oportunidad de desarrollarse en un espacio respetuoso y al aire libre. Sabía que ella y otros niños y niñas podrían ser felices en un espacio sin muros, rodeadas del mar, pinar, cangrejos y conejos. Estoy convencida que todo esto acompañado con amor, confianza y respeto les permitirá crecer en armonía.
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Inmaculada Urbano Luque. Acompañante de infantil.
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Ahora, “maestra de corazón”, el más puro sentir me llevó a redirigir mi vida al mundo de la docencia y más concretamente a la infancia. Todo comenzó estudiando magisterio entre pipetas, tubos de ensayo, análisis microbiológicos, etc; mi anterior profesión. Después una beca a latinoamérica me hizo romper con todo y marchar a descubrir la educación en aquellas Tierras, a mi vuelta a Europa también pude experimentar el “how to do it” en Brighton-Inglaterra. Allí me enamoré de la educación Waldorf y volví a España a hacer un postgrado educación infantil Waldorf, donde trabajando la biografía, descubrí mi siguiente paso. Así llegué a Tierra y Sal, donde en la naturaleza a través del juego libre y un acompañamiento respetuoso me voy a quedar un tiempito.
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EXPERIENCIAS DEL VOLUNTARIADO
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Beatriz Ruíz (2019)
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Tierra y Sal ha sido para mi un proyecto precioso en el que he tenido la oportunidad de colaborar como voluntaria.
Lo primero que me llamo la atención es el entorno en el que se desarrolla, un Pinar precioso lleno de rincones especiales que ayudan a fomentar la creatividad de los niños y una maravillosa Playa ,en la que se abren todo un mundo de posibilidades para los niños.
Desde el principio me di cuenta como la naturaleza formaba parte en nuestro día a día guiándonos y ofreciéndonos multitud de posibilidades para crear materiales, cuentos e historias preciosas. Tierra y Sal supone para los niños un entorno inmejorable para aprender y para mi fue un regalo poder ver como los niños no necesitan nada más que la libertad de jugar
en la naturaleza. Sin duda es una experiencia que ha enriquecido mi manera de ver la educación. Gracias Cristina e Inma por confiar tanto en mi.
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Elena Gasca (2020)
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Sin duda, Tierra y Sal se ha convertido en ese espacio en el cual me gustaría haber participado cuando era niña. Afortunadamente, he tenido la dicha de compartir momentos muy bonitos como voluntaria, disfrutando, aprendiendo y absorbiendo todo cuanto podía de todas las personas que hacen que sea maravilloso. Muchas veces imaginé una escuela donde se aprendiera haciendo, viviendo, jugando y experimentando en plena naturaleza, sin duda Tierra y Sal es ese espacio. Las niñas y niños se desarrollan en un entorno que propicia el respeto del aprendizaje de cada una/o, junto al acompañamiento de Inma, quien con mucho amor trata de crear esos espacios necesarios para que cada persona gestione sus emociones y conflictos, haciendo así, que sean protagonistas de sus procesos, creando sus personalidades y ese vínculo que les une al grupo como un todo. Personalmente me parece una experiencia única que recomiendo a aquellas personas que quieran reencontrarse con esa niña/o que un día fueron. Es inevitable recordar y querer plasmar cuanto bueno me llevo pero mejor que lo experimentéis y podáis llegar a esa sensación tan bonita de querer volver, porque sin duda es un espacio para regresar.
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Sonia Cantero (2020)
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Para mi a sido un regalo estar como voluntaria en esta preciosa escuela.
He aprendido muchísimo tanto de Inma, acompañante, como de los niñ@s, que para mi son grandes maestr@s.
El lugar donde se ubica la escuela ya invita a esa conexión con la Naturaleza. Siendo el respeto y el juego libre ,ejes primordiales de esta escuela.
Es precioso ver como los niñ@s expresan sus emociones y solucionan sus problemas, aprendiendo ha hacerlo desde el amor, el respeto y la calma, bajo la supervision amorosa de su acompañante.
Siento que son muy afortunados de estar en este tipo de escuela.
Animo a todos los padres/madres a confiar que otra educación es posible. Y esta escuela es un claro ejemplo de ello.
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